Consejos para nuevos senderistas
Elección de la ruta
La elección de la ruta es una cosa muy subjetiva y dependerá de nuestras condiciones físicas. En general, cualquier persona acostumbrada a caminar y que no esté en muy mala forma será capaz de caminar unos 10 o 15 kilómetros con unos 500 metros de desnivel. Una caminata de 5 a 6 horas suele ser asequible para cualquiera. Una persona con un estado de forma normal, acostumbrado a andar, puede recorrer en llano y en una hora alrededor de 4-5 Km, ascendiendo en una hora en torno a los 300 m de desnivel y descendiendo unos 500 m.
Procurad que vuestras primeras salidas estén próximas a poblaciones o a alguna calle o carretera conocida ya que si os perdéis podréis encontrar civilización fácilmente y os podréis reorientar mejor. Aseguraos también, sobretodo si no tenéis nociones de orientación, que la ruta está correctamente señalizada. Las rutas más sencillas suelen disponer de marcas con pintura, indicadores de dirección o discurren por una senda tan amplia que es difícil perderse.
Tratad de llevar siempre un mapa en papel, si es posible cubierto con un plástico por si os sorprende la lluvia. Os puede ser muy útil si tenéis dudas del camino a seguir. Según caminéis tratad de identificar dónde estáis en cada momento. Si la ruta lo requiere, llevad una brújula. Si no sabéis usar una brújula con un mapa, os recomiendo realizar un curso de orientación o bien leer por internet y practicar con la brújula en casa antes de salir. No dejéis la práctica para el momento en que ya os habéis perdido. Os puede ser muy útil descargar una aplicación GPS para el móvil para orientaros. En internet, además, hay tracks gratuitos (por ejemplo en la web Wikiloc) que podéis descargar con el recorrido que queréis hacer y meterlo en el móvil para seguirlo. No olvidéis que el GPS del móvil consume mucha batería por lo que corréis el riesgo de quedaros sin ella a medio camino y perderos. Y encima no poder llamar a emergencias, así que tened mucho cuidado con esto. Si el software GPS que utilizáis necesita internet móvil para funcionar, buscad otro ya que en la montaña seguramente no tendréis 3G ni nada parecido. Normalmente este tipo de software da la opción de descargar los mapas al móvil antes de iniciar la ruta para no depender de la cobertura así que no olvidéis hacer esto en casa. El móvil tiene el inconveniente, también, de que no se puede mojar (a diferencia de los GPS outdoor de montaña). Tenedlo en cuenta para vuestra salida, sobretodo si hay previsión de lluvia ese día.
Antes de salir de casa no os olvidéis de mirar el parte meteorológico para saber si las condiciones se adaptan a vuestras necesidades y si necesitaréis más ropa.
Indumentaria
Como se supone que estamos empezando, no nos flipemos todavía. No necesitamos marcas caras ni ropa muy técnica, podemos ir perfectamente con indumentaria de Decathlon. Ya tendremos tiempo de comprar más cosas y mejores.
La regla de la indumentaria en la montaña es la de las 3 capas:
- Una primera capa transpirable que evacue bien el sudor y lo aleje de la piel. Olvidaos de las camisetas de algodón. En función de la época del año la llevaremos de manga larga o manga corta. También las hay más cálidas o más transpirables.
- Una segunda capa térmica que aporte calor. Generalmente un polar o un moderno Softshell (que aúna polar y cortavientos) puede ser la mejor alternativa. Pero seamos realistas. Si es verano y no vamos a subir muy alto esta segunda capa nos la podemos ahorrar. Y si es invierno y pillamos una ola de frío, lo mejor es que esta segunda capa sea gordita.
- Una tercera capa impermeable y cortavientos. Un impermeable siempre hay que llevar a la montaña. Si ese día es improbable que llueva, nos la podemos jugar y coger un impermeable pequeño y de poca transpiración ya que seguramente no lo necesitemos e iremos más cómodos con menos peso. Pero si la probabilidad de lluvia es alta, tratad de que la tercera capa transpire lo máximo posible. Hay numerosas membranas que son impermeables y transpiran. La más conocida y de las más caras es el Gore-Tex. Para nuestras primeras salidas nos podemos apañar con una membrana menos impermeable o menos transpirable ya que si la cosa se pone muy fea se supone que no estaremos muy lejos del pueblo o del coche.
Con respecto a los pantalones, en verano os recomiendo un pantalón largo transpirable. Olvidaos de los vaqueros. El hecho de que sea largo suele ir bien para evitar que la vegetación nos arañe las piernas y a su vez ofrece mayor protección a las quemaduras del sol en las pantorrillas. En invierno se suele aplicar de nuevo la regla de las 3 capas pero lo habitual es usar solo 2: la primera y la tercera. Es decir, una maya interior térmica y transpirable y un pantalón cortavientos. Y si lo queremos usar con lluvia que disponga de membrana impermeable y transpirable.
En cuanto a las botas, en verano podéis ser algo más permisivos y si el terreno es sencillo no hace falta que sean de caña alta. Unas buenas zapatillas de deporte o botas de caña baja transpirarán bien. En invierno o para terrenos más complicados, mejor que sean de caña alta para facilitar la sujeción del tobillo y evitar lesiones o que nos entre nieve. Sobre la membrana, si sabéis que solamente vais a salir en verano y sin lluvia, hay zapatillas con rejilla magníficas que transpiran una barbaridad. Si queréis usarlas en invierno o con condiciones de lluvia, apostad por botas con membrana impermeable y transpirable (al igual que con la ropa, las hay de calidades muy buenas como el Gore-Tex o membranas con menos prestaciones, todo dependerá del uso que vayamos a darle).
A continuación os detallo otras cosas que podéis necesitar:
- Mochila, en función de lo que vayáis a cargar pero una mochila de verano puede rondar los 25 litros y en invierno quizás nos vaya mejor una de 35 – 40 litros.
- Gorra para el sol en verano y gorro para el frío en invierno.
- Guantes. Si la salida va a ser en cotas altas o de noche, llevarlos también en verano.
- Braga o bufanda. Mejor una braga que una bufanda, la segunda ocupa más.
- Gafas de sol, tanto en verano como en invierno.
- Protección solar y labial.
- Cubremochilas impermeable para que no se moje en caso de lluvia.
- Bastones de treeking.
- Mapa, brújula y GPS si los tenéis.
- Botella de agua. Esto también es muy subjetivo. ¿Qué cantidad de agua llevar? Bien, para una salida de 1 o 2 horas con una botella pequeña podéis tener suficiente. Pero si vais a pasar el día andando en pleno verano, no os llevéis solamente medio litro. En un día caluroso probablemente necesitéis 1,5 litros por persona como mínimo. En invierno quizás podáis reducir la cantidad medio litro abajo. Además en muchas zonas es fácil encontrar agua en invierno pero en verano no. Tratad de averiguar si en vuestra ruta hay fuentes. Y si tenéis que coger agua de un arroyo, recordad que en zonas bajas de montaña corréis el riesgo de que algún animal haya depositado excrementos en ella así que id con mucho cuidado.
- Comida. Siempre llevad algo de sobra, unos frutos secos, unas pasas o unas barritas energéticas por si estáis algo falto de fuerzas o la excursión se alarga más de lo esperado. Si pensáis pasar todo el día, llevad comida suficiente para el almuerzo y mediodía y estar fuertes y no desfallecer.
- Dinero, identificación y teléfono móvil.
Otras cosas que os pueden ser útiles si os podéis permitir llevar más peso:
- Navaja multiusos.
- Silbato para emergencias.
- Manta térmica de emergencia.
- Pequeño botiquín.
- Cámara de fotos.
- Prismáticos.
- Polainas en invierno, para evitar que nos entre nieve en la bota.
- Frontal de montaña, si pensáis que se os puede hacer de noche en la ruta. Tenedlo muy presente en invierno, cuando anochece muy temprano.
Y sobretodo, no os dejéis las ganas en casa y no olvidéis pasar por la montaña como si no lo hubierais hecho, es decir, no tiréis basura (aunque sean pieles de fruta), no piséis fuera de las sendas marcadas y no molestéis a los animales.
Os deseamos unas felices caminatas.
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