Los pueblos de la arquitectura roja
A poco más de una hora de Madrid dirección Burgos se encuentra la población de Riaza. De Riaza a Ayllón, encontraremos un conjunto de pueblecitos con casas de tonalidades rojas, negras y amarillas, dependiendo del material usado en su construcción, que bien merecen una visita de fin de semana.
Aprovechando el puente del 1 de mayo, decidimos hacer una incursión a alguna zona cercana a Madrid que nos fuera desconocida. Queríamos pasar solamente una noche para evitar atascos el domingo a la vuelta, así que buscando y buscando dimos con una zona cercana a Riaza que parecía tener muy buena pinta. Ahí varias amalgamas de pueblecitos son conocidos como los pueblos de la arquitectura roja, arquitectura negra y arquitectura amarilla. Los pueblos de la arquitectura roja deben su nombre a la piedra ferruginosa y la arcilla utilizada en su construcción, abundante en la zona. Los de la arquitectura negra deben su nombre a la pizarra y los de la arquitectura amarilla a las cuarcitas. Alquité y Martín Muñod de Ayllón son pueblos de la arquitectura amarilla. Villacorta y Madriguera son los más conocidos de la arquitectura roja. Becerril, El Muyó, el Negredo y Serracín son considerados pueblos negros, aunque en la zona de Guadalajara existen pueblos negros más famosos.
Nuestra idea inicial era recorrer el primer día los pueblos de la arquitectura roja haciendo noche en el más conocido de todos ellos, Madriguera. Al día siguiente bajaríamos hacia Guadalajara para visitar los de la arquitectura negra. Como vamos con Huguete y los ritmos son más bajos, al final optamos por visitar solamente los de la arquitectura roja y dejar los otros para otra ocasión.
Riaza
Nuestra primera parada fue en Riaza, municipio segoviano cercano a la sierra de Ayllón. Riaza es un pueblo muy tranquilo y con un casco antiguo muy bonito, que merece la pena visitar para relajarnos. Su plaza mayor es la típica plaza de soportales con sitios para comer o tomar algo. Para comer nos recomendaron La Porticada y el Mesón Las Columnas. Como improvisamos un poco, cuando llegamos ya estaban llenos así que si queréis comer en los mejores sitios de Riaza, no os olvidéis de reservar previamente. Pensad que Madrid está muy cerca y mucha gente se desplaza solamente para comer.
Ermita de Hontanares
Situada a 5 km de Riaza, en un precioso robledal, se encuentra esta ermita que data del siglo XVII. Al encontrarse a 1.400 metros de altitud, dispondremos de muy buenas vistas de Riaza y de la llanura de Castilla. Al lado de la ermita hay un restaurante y también dispone de merenderos, por si queréis parar por allí a comer.

Villacorta
Es el primer pueblo rojo que nos encontramos al salir de Riaza, a 13 km concretamente. En el centro del pueblo se encuentra la iglesia de Santa Catalina de Alejandría, que destaca por su pórtico románico. En los alrededores del pueblo se encuentra también la ermita de San Roque.
Madriguera
Madriguera es el lugar en donde nos alojamos. Es el pueblo más representativo de la arquitectura roja. Las casas son de finales del siglo XIX y principios del XX construidas con piedras labradas de la zona. Durante las últimas décadas, muchas casas han sido restauradas respetando los elementos tradicionales. La iglesia de Madriguera destaca por su tamaño, comparada con las de los otros pueblos y su cementerio anexo le da un toque curioso.
Madriguera dispone de varias casas rurales en donde os podéis alojar y un restaurante, La Pizarrera. La Pizarrera es un restaurante regentado por Ana y Chema, que son socios del actor Juan Echanove. Éste tiene casa también en Madriguera y se le suele ver frecuentemente por allí. La Pizarrera es un lugar totalmente recomendable para cenar. Tienen su propio huerto, de donde obtienen algunos de los productos que sirven a los clientes y elaboran platos de temporada muy ricos y originales. Así que si os alojáis en Madriguera no os olvidéis reservar previamente.
En cuanto al alojamiento, hicimos noche en el Hotel Rural La Casa de Veridiana, una preciosa casa que cuida hasta el más mínimo detalle y mantiene la esencia de las construcciones de la arquitectura roja.

Disfrutamos de una agradable conversación con el propietario y nos dejamos aconsejar en cuanto a visitas y sitios para comer, así que os recomendamos que le preguntéis. El desayuno fue muy completo, así que os lo recomendamos también.
El Muyó
Nos encantó este pequeño pueblo de la arquitectura negra que está a escasamente 5 minutos de Madriguera en coche. Dimos un paseo muy agradable por él y aprovechamos para hacer fotos a los muchos detalles que tiene. El edificio más importante del núcleo es la iglesia de los Santos Mártires San Cornelio y San Cipriano que, aunque ha sido restaurada manteniendo el estilo, se nota claramente la introducción de materiales modernos. Vimos alojamientos de “Bed & breakfast” en El Muyó, lo cual también nos resultó curioso.
Ayllón
Nos encantó Ayllón. Su conjunto histórico merece una buena visita y una estancia para comer. La plaza mayor aporticada está repleta de restaurantes y vida. Encontramos mucho ambiente en el pueblo aunque también es cierto que parte de la muchedumbre eran turistas. Las vistas desde la Torre Vigía La Martina merecen bien la pena a pesar del esfuerzo de la cuesta que lleva hasta ella. No dejéis de visitar el arco medieval y sus iglesias y conventos. Igual que ocurre en Riaza, si queréis comer bien no os olvidéis de reservar previamente. Nos recomendaron el restaurante El Patio, y por la afluencia de gente debía ser un consejo acertado.
El resto de pueblecitos también merecen la pena una visita, aunque por nuestro reparto del tiempo no pudimos pasar por ellos. Pero si podéis, visitad El Negredo, Becerril, Martín Muñoz de Ayllón, Alquité y Serracín.
Un último consejo. Pensad que a excepción de los pueblos grandes como Riaza o Ayllón, en el resto de pueblos no hay bares para tomar nada y ocasionalmente podéis encontrar algo como La Pizarrera, así que os recomendamos que reservéis desayuno con el hotel y tratéis de estar cerca de alguno de los pueblos grandes al mediodía o la cena. Como veréis, todos los pueblecitos de la zona son muy tranquilos y han quedado como pueblos de fin de semana de muchos madrileños. Así que no esperéis encontrar muchas tiendas ni sitios para comer.
Nenhuma senhora vai apenas achar na sua casa.