Pichi, es el chulo que castiga…

El 15 de mayo es la fiesta más chula y castiza de todas. Los madrileños celebran la festividad de San Isidro Labrador, su patrón, con numerosos actos, atuendos típicos y, cómo no, muchísimo ambiente.

En cualquier gran ciudad las fiestas más populares han pasado de ser un tradicional día festivo a convertirse en algo muy sofisticado, que nunca dura menos de una semana y en el que se aglutinan numerosos actos. Eso mismo ha ocurrido con la fiesta de San Isidro Labrador, patrón de Madrid. En la actualidad ya se habla de la Semana de San Isidro, en la que numerosos espectáculos, conciertos, pasacalles, actos deportivos y ferias amenizan a los madrileños durante esa semana.

El origen de la fiesta de San Isidro data del siglo XVI, en el que ya los madrileños acudían el 15 de mayo a merendar al césped de la pradera de San Isidro, en el distrito de Carabanchel. La zona se llenaba de puestecitos ambulantes en los que se vendían las Rosquillas del Santo, habiéndolas de varios tipos. Las tontas no tenían recubrimiento, las listas estaban bañadas en azúcar, las francesas, las de Santa Clara, las de Tía Javiera y las de Fuenlabrada. Los torraos (garbanzos tostados al horno con queso), las almendras garrapiñadas, las manzanas caramelizadas, los encurtidos y los escabeches. A San Isidro se le atribuyen varios milagros y el don de encontrar agua con facilidad, por lo que se le relaciona con ella y es habitual la venta de botijos para recoger agua de la fuente de la ermita de San Isidro.

En la fiesta se suele usar el atuendo típico del chulapo madrileño. El hombre lleva pantalones negros, chaqueta de cuadros grises entallada, chaleco, una gorra a cuadros denominada Parpusa, un pañuelo blanco en el cuello (safo) y un clavel rojo en la solapa de la chaqueta. La mujer debe ir con vestido de volantes, mantón de Manila, pañuelo en la cabeza y un clavel rojo coronando el pañuelo.

El atuendo, el chulapo y el chotis originalmente no eran algo típico de la fiesta de San Isidro, pero con el tiempo ha quedado como una característica más de la misma. El chulapo era como se conocía desde el siglo XIX a los habitantes del barrio de Malasaña. Con el paso del tiempo se popularizó para denominar a los varones de las clases populares madrileñas. Los chulapos acudían engalanados con esos atuendos a la pradera el día 15 de mayo, de ahí que se relacione la vestimenta con la festividad de San Isidro. El baile de la época era el chotis, que llegó a Madrid en 1850 después de haberse popularizado en toda Europa. Pero fue en Madrid en donde llegó para quedarse como símbolo de las fiestas madrileñas, entre ellas la de San Isidro.

Es costumbre entre los madrileños aprovechar cualquier puente o festividad para salir de la gran urbe y es esto lo que evita que la pradera de San Isidro no se sature por completo de personas. Pero si decidís acercaros allí para celebrarlo, tened por seguro que no estaréis solos en la zona.

Que tengáis un feliz San Isidro.

Imagen de portada: Foto @srgpicker, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0